Alergia: cuidados para sentirse mejor

Las alergias son mecanismos de respuesta inmune exagerada del organismo (hipersensibilidad) a diferentes alérgenos ambientales, alimentarios o medicamentosos.
Algunas épocas del año aumentan los cuadros en las personas vulnerables:
-Cuando comienzan el otoño y la primavera, por ejemplo, empeoran los síntomas respiratorios como la rinitis alérgica, hay alta incidencia de alergia a los ácaros del polvillo, en este período y especialmente en zonas urbanas aumentan los alérgenos de esporas de hongos. También aumentan los casos de crisis asmáticas y dermatitis (eczemas y urticarias).
-En invierno recrudecen los cuadros catarrales virales y los broncoespasmos, ambos incrementados cuando la persona tiene una base alérgica.
Si bien los factores del medio ambiente y el clima pueden agravar los cuadros debido a los bruscos cambios de temperatura y humedad, se calcula que el 40% aproximadamente de la población urbana tiene síntomas de rinitis en algún momento y cerca del 15% tiene antecedentes de tener o haber sufrido episodios de asma.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que en el 2050 la mitad de la población mundial padecerá por lo menos algún trastorno alérgico.

La rinitis alérgica es una inflamación de la mucosa nasal debida a una causa alérgica. El resfrío común es un proceso infeccioso de la mucosa nasal y de la faringe, casi siempre de origen viral, que puede ocasionar una fiebre ligera o febrícula.
Aunque muchas veces, se suelen confundir los síntomas de una alergia con un resfrío común, siempre que haya fiebre se sospecha de un cuadro viral.
Los síntomas típicos de alergia son el prurito nasal, ocular y los estornudos, y en el resfrío común la intensa congestión nasal y mucosidad espesa.

Diagnóstico
Para determinar la presencia de rinitis el médico realiza un examen físico y pregunta al paciente acerca de los síntomas y cómo varían según el momento del día o la estación. Las pruebas cutáneas pueden revelar si el polen u otras sustancias desencadenan las señales. También hay exámenes de sangre especiales –IgE RAST– que ayudan con el diagnóstico.
Esto, que puede parecer simple, en tiempos de pandemia adquiere otro significado.
De acuerdo a los estudios realizados, las personas con alergias tienen una mayor predisposición a contraer coronavirus porque sus defensas están permanentemente atacadas por el propio organismo que batalla contra los alérgenos. Esta situación hace que se desarrolle un estado inflamatorio que debilita las barreras del cuerpo haciendo más fácil la entrada de los virus.
Por eso, si cada vez que estornuda se pregunta “¿tendré algo más?” sea objetivo y piense: ¿tiene dolor de garganta?, ¿tiene tos seca?, ¿tiene fiebre?, ¿tiene cansancio físico?… Si la respuesta es “sí” a cualquiera de estas preguntas, comuníquese con el centro de emergencias para descartar coronavirus o realizar el tratamiento si el diagnóstico da positivo.

Tratamiento
Una vez detectado el alérgeno, la mejor medida es evitarlo.
Sin embargo si es alérgico al polen, por ejemplo, esto será prácticamente imposible, por lo que se toman recaudos para reducir la exposición.
También se suelen recetar medicamentos de acuerdo al tipo y la gravedad de los síntomas, la edad y la presencia de otras afecciones como el asma.
Entre ellos se encuentran los antihistamínicos (algunos pueden causar somnolencia por lo que no es conveniente conducir ni operar maquinaria después de tomar este medicamento) y los corticoesteroides. Los hay nasales, en aerosol y son más efectivos cuando se usan de manera continua siguiendo las indicaciones del médico.
Otros medicamentos son:
*los descongestivos: ayudan a reducir la congestión nasal. No deben usarse más de 7 días porque pueden afectar la mucosa de la nariz.
*los inhibidores de leucotrienos, químicos que el cuerpo libera en respuesta al alergeno desencadenando el cuadro.
Las vacunas contra la alergia se recomiendan cuando el paciente no puede evitar el contacto con el polen y los síntomas son difíciles de controlar. Son inyecciones regulares del polen al que se tiene alergia en dosis cada vez mayores hasta que se controlan los síntomas.

Pronóstico
Los niños pueden superar la rinitis a medida que sus defensas se vuelven menos sensibles al alergeno. Sin embargo, una vez que una sustancia como el polen causa alergia, sigue afectando a la persona en el tiempo. Por eso es tan importante consultar con un especialista. Seguir sus recomendaciones y reducir el contacto con el polen permiten mejorar considerablemente la calidad de vida.

 

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