Qué es la anemia falciforme

La enfermedad de células falciformes (también llamada anemia falciforme) es una afección en la cual los glóbulos rojos (encargados de transportar oxígeno al resto del cuerpo) tienen la forma de una letra «C».
En la persona sana, estos glóbulos son redondos y flexibles, por lo que circulan fácilmente por la sangre. En la persona con la enfermedad de células falciformes los glóbulos rojos son rígidos, pueden bloquear la circulación de la sangre y esto puede causar dolor, infecciones y, a veces, daño a los órganos y accidentes cerebrovasculares.
Se trata de un tipo de anemia, condición en la cual no se tienen suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno al resto de su cuerpo.

Para aumentar el conocimiento de esta enfermedad en la población, cada 19 de junio se celebra el Día Mundial de la Anemia Falciforme. Según datos de la OMS, cerca del 5% de la población mundial es portadora de genes causantes de hemoglobinopatías. Cada año nacen más de 330 mil niños afectados por hemoglobinopatías y el 83% son casos de anemia falciforme, una de las enfermedades de la sangre más comunes del mundo.

CAUSAS
La enfermedad de células falciformes se hereda; es decir: se transmite de padres a hijos a través de los genes (parte de las células que contiene instrucciones sobre la forma en que su cuerpo crece y funciona). 
Los genes vienen en pares y cada persona recibe un gen de cada par de cada padre. A veces las instrucciones de los genes cambian. Esto se llama cambio del gen o mutación. Los padres pueden transmitirles los cambios en los genes a los hijos. 
Para tener anemia falciforme el bebé debe heredar un cambio del gen de parte de ambos padres. Si hereda el cambio del gen de uno solo de sus padres, tendrá el carácter heredado de las células falciformes y será portador (no padece la enfermedad) y esa cualidad no puede convertirse en la enfermedad. 

DIAGNÓSTICO
A todos los bebés se les hacen pruebas de detección para recién nacidos que permiten detectar condiciones presentes que son poco comunes pero graves aunque tratables en la mayoría de los casos. 
Estas pruebas incluyen una prueba de sangre, de audición y del corazón. Con las pruebas de detección, la anemia falciforme puede detectarse y tratarse temprano.
Antes de dar de alta al bebé, el profesional de la salud le extrae unas gotas de sangre del talón. La sangre se recolecta y seca en un papel especial, y se envía a un laboratorio para analizarla. El laboratorio envía los resultados de las pruebas al profesional de la salud de su bebé.
Si los resultados no son normales, simplemente significa que se le deben hacer más pruebas para verificar si presenta anemia falciforme o si los resultados anormales se deben a otra causa.

COMPLICACIONES
Algunos niños pueden mantenerse sanos, mientras que otros pueden necesitar cuidados especiales. Los problemas más comunes relacionados con la anemia falciforme son el síndrome torácico agudo (un tipo de infección respiratoria), la anemia, el síndrome en manos y pies (un problema circulatorio), desarrollo de infecciones (neumonía, meningitis) y problemas de la vista; entre otros.

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