Cáncer: Otro riesgo que aumenta con los kilos

Se conoce como cáncer a un grupo de enfermedades en las que el organismo produce un exceso de células malignas que crecen de forma descontrolada pudiendo diseminarse por todo el cuerpo por vía linfática o sanguínea. 
Estas propiedades diferencian a los tumores malignos de los benignos, los cuales son limitados y no invaden otros órganos del cuerpo. La mayoría de cánceres forman tumores, tales como los de mama y útero.
Aunque la mayoría de las personas considera a los antecedentes familiares como el factor de predisposición más determinante, las investigaciones recientes no dudan en señalar que la obesidad es un factor de riesgo modificable que aumenta el peligro de padecer alguno de los tipos de esta enfermedad. De hecho el 30% de los cánceres es producido por la obesidad.
Al parecer, el balance de las hormonas sexuales como progesterona, andrógenos y estrógenos, tienen un rol decisivo en la relación entre la obesidad y el cáncer. Tanto es así, que niveles aumentados de estas hormonas sexuales están asociados con el cáncer de endometrio y de mama después de la menopausia. 
¿Qué tiene que ver con la obesidad? Que es precisamente el tejido adiposo (grasa) un sitio de producción de hormonas sexuales.
Otra evidencia científica reveló que una mayor cantidad de grasa corporal se asocia a un mayor riesgo de cáncer de distintos tipos entre los que se encuentran, además de los señalados: 

  • Esófago.
  • Páncreas.
  • Colon y recto.
  • Riñón.
  • Próstata.

Además, se descubrió que a mayor cantidad de grasa corporal aumenta proporcionalmente el riesgo de cáncer de  vesícula biliar, directa e indirectamente a través de la formación de cálculos en la vesícula. 
En cuanto a la obesidad abdominal, diversos estudios comprobaron que no sólo representa un factor de riesgo cardiovascular, sino que también es causa de cáncer colorrectal y, probablemente, de páncreas, mama (post menopausia) y endometrio. 
Esto se debe a que la grasa, además de ser un reservorio de estrógenos –sustancias relacionadas con algunos tipos de cáncer-, alberga un tipo de célula llamada macrófago que produce sustancias tóxicas que favorece el desarrollo de esta enfermedad.
Frente a esta notable asociación entre obesidad y cáncer, los expertos no dudan en destacar que la restricción calórica lleva  a una reducción de la proliferación celular y reduciría el desarrollo de cáncer.
A pesar de que todos los estudios sobre restricción calórica fueron realizados en animales, la fuerte incidencia del sobrepeso y la obesidad en el desarrollo del cáncer debe aumentar la conciencia acerca de cuán saludable resulta alcanzar y mantener un peso corporal adecuado.

 

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