Coronavirus: claves para organizar las compras

La pandemia de coronavirus continúa presente y debido a las medidas que los gobiernos toman para atenuar los contagios puede haber ocasiones en las que necesite limitar sus viajes a los lugares donde compra comestibles. 
Estos consejos pueden ser útiles para tomar decisiones saludables y reducir salidas innecesarias.

Mantener la despensa bien surtida
Puede ser útil planear un menú con una o dos semanas de anticipación, pero si no tiene tiempo para planificar las comidas, tener una despensa bien surtida a la hora de preparar una comida puede aliviar algo de la presión. 
Tenga a mano lo siguiente para preparar platos rápidos y fáciles.

Planificar comidas basadas en los alimentos que ya tiene
¿Busca formas saludables de reducir sus salidas a comprar? Sea creativo con lo que tiene a mano.
Revise su heladera, el freezer y la despensa en busca de alimentos que pueda usar. 
Las sobras de carnes y verduras se pueden transformar fácilmente en comidas cuando se cortan y agregan a sopas, ensaladas o sándwiches. 
Ideas que incluyen el uso de carnes y verduras como:

  • Acompañamientos para ensaladas o granos cocidos como arroz o pasta.
  • Relleno para una tortilla o para un sándwich que lo deje satisfecho.
  • Ingredientes para hacer sopa, luego disfrutar o congelar para usar en el futuro.
  • O simplemente guarde las sobras para el almuerzo o para una comida más adelante en la semana. 

Tenga en cuenta que las sobras deben usarse dentro de tres a cuatro días y recalentarse a altas temperaturas que lleguen hasta el interior del alimento. 

Congele las sobras o los productos perecederos que sabe que no comerá antes de que se dañen y tenga en cuenta el tamaño de las porciones. 
Elija porciones más pequeñas para mantenerse dentro de sus necesidades calóricas.
Use platos, tazas y vasos más pequeños para ayudar a controlar las porciones. 

Dominar la vida útil de los alimentos
Muchos alimentos y bebidas comprados en el supermercado incluyen una fecha que indica cuándo debe usarse o venderse. Debido a que estas fechas se refieren a la calidad del producto, no necesariamente significa que deben desecharse.
Los productos que no requieren refrigeración hasta después de abiertos, como la mostaza, el aderezo para ensaladas y la salsa de tomate, frecuentemente es seguro consumirlos más allá de la fecha en su etiqueta, siempre y cuando se hayan almacenado correctamente. 
Los alimentos perecederos, como las carnes y los productos lácteos, pueden usarse unos días después de esa fecha, desde que se hayan almacenado a una temperatura segura.
Más allá de esto, deseche cualquier alimento que haya desarrollado un olor o textura desagradables y recuerde aprovechar los alimentos antes de que lleguen a ese estado:

  • Si tiene tomates maduros, lávelos y llévelos al freezer. Cuando reúna cierta cantidad podrá descongelarlos, procesarlos y preparar una saludable salsa.
  • Freeze porciones sobrantes de comida. Restos de carne, pollo, caldos en frascos herméticos. Un salteado con algo de cebolla, ajíes y hierbas le permitirá disfrutar de rellenos para tacos o salsas con carne.
  • Prepare croquetas o buñuelos con restos de guisos y verduras cocidas. En internet hay muchísimas recetas.
  • Aproveche vegetales licuados en sopas o como ingrediente de guisos y cazuelas.

Planificar las compras
Para reducir la cantidad de tiempo que pasa en la tienda, escriba un plan antes de ir. 
Decida sus comidas y refrigerios antes de comprar para ahorrar tiempo y dinero. 
Revise las recetas y haga una lista de compras de los ingredientes que necesita, luego verifique qué alimentos ya tiene y haga una lista de lo que aún necesita comprar.
Organice su lista de acuerdo con la sección de la tienda donde se encuentran estos artículos. Esto evitará que tenga que recorrer de un extremo a otro.
Trate de comprar artículos perecederos, como carne, pollo, pescado, huevos, productos lácteos y alimentos congelados, hacia el final de su compra para reducir la cantidad de tiempo que pasan a temperatura ambiente.
Lleve alcohol en gel para limpiar sus manos durante la compra y, si usa changuito, el barral también o las manijas de la canasta antes de comprar.
Recuerde lavarse las manos cuando regrese del supermercado y poner los alimentos perecederos en el refrigerador o congelador de inmediato.

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