Dormir mal, engorda

Dos estudios recientes (uno de la Escuela Médica en Norfolk -Virginia del Este, Estados Unidos- y otro del Instituto Nacional de Salud Mental -NIMH-), revelaron que las personas con sobrepeso y obesidad duermen menos tiempo que quienes tienen un peso normal.
Según estas investigaciones, una menor duración de las horas de sueño se asocia con otras conductas no saludables como el sedentarismo.
Sin embargo, también parece haber razones fisiológicas que explican por qué dormir menos puede conducir a kilos no deseados.
Los científicos de la Universidad de Chicago, por ejemplo, hallaron que al restringir las horas de sueño a hombres saludables a 4 horas por noche, estos experimentaron una disminución de la leptina, una hormona que disminuye el apetito.
Como consecuencia, sufrieron un aumento sustancial del apetito durante el día y sintieron más ganas de consumir alimentos ricos en hidratos de carbono y calorías.
Al mismo tiempo, se descubrió que tenían niveles más bajos de insulina (hormona relacionada con la diabetes que regula los niveles de azúcar en sangre) y niveles elevados de cortisol, hormonas relacionadas con el estrés, en comparación con los resultados obtenidos cuando se les permitía dormir hasta 12 horas por noche.
Si tiene problemas para conciliar el sueño y siente mucho apetito durante el día, pruebe estos sencillos pasos para dormir mejor y, al mismo tiempo, favorecer conductas más saludables que le permitan bajar los kilos de más.

Recomendaciones para dormir mejor

  1. Aunque la necesidad de sueño varía entre las personas, según los expertos la mayoría de los adultos necesita entre 7 y 9 horas por noche. 
  2. Establezca una rutina y sosténgala, con horarios para acostarse y levantarse, incluso en el fin de semana. Para lograrlo, modifique su horario para ir a dormir entre 15 a 30 minutos antes cada semana hasta establecer un patrón para irse a la cama a la misma hora cada noche y despertarse a la misma hora cada mañana. Recuerde: Todos los cambios relacionados con los hábitos deben ser progresivos.
  3. Muévase más… y mejor a la mañana. El ejercicio regular (como la caminata, andar en bicicleta, hacer aerobic o nadar) puede mejorar la calidad del sueño, especialmente si se ejercita durante la mañana. 
  4. Controle el estrés durante el día buscando apoyo de su familia y amigos, y combatiendo la tensión con ejercicio, meditación o danza. 
  5. Si tiene dificultad para aquietar su mente por la noche, establezca horarios para preocuparse muy alejados de su hora de descanso. Por ejemplo: durante el atardecer, dedique 15 minutos para reflexionar sobre lo que le molesta y piense soluciones posibles; cuando ese tiempo termine, propóngase seguir pensando sobre esos temas el día siguiente. 
  6. Realice rutinas relajantes: tomar un baño caliente, hacer yoga o una rutina de elongación antes de ir a dormir; o escuchar música suave. Un estudio de Taiwán concluyó que escuchar música suave a la hora de acostarse induce cambios físicos (latidos y respiración más lenta, p. ej.) que promueven un sueño saludable.
Recommended Posts