Ejercicios para mantener la mente en forma

El cerebro es como un músculo: debe ejercitarse diariamente y mantenerse activo para evitar una pérdida de sus capacidades o un envejecimiento prematuro.
Aunque durante mucho tiempo se asoció el deterioro cognitivo con la edad, los últimos sondeos revelaron que la capacidad intelectual, en lugar de alcanzar su máxima expresión en la juventud (entre los 18 y 26 años), puede permanecer estable con el paso del tiempo e incluso se agudiza en algunos aspectos a medida que la persona madura.
El lenguaje y la aptitud aritmética, por ejemplo, son capacidades que continúan intactas y en aumento y, al parecer, el hecho de que puedan ser mejoradas reside en la simple práctica. Es decir: el uso del lenguaje y de las matemáticas en situaciones cotidianas es justamente aquello que mantiene “joven” dichas funciones cerebrales, contrarrestando la hipótesis que señalaba una lenta pérdida gradual de células cerebrales a partir de la tercera década de vida.
Debido a estas conclusiones es que la gimnasia cerebral es la herramienta ideal para gozar de un cerebro “entrenado” y disfrutar de sus capacidades intactas por mucho más tiempo.

Qué es la gimnasia cerebral
Se trata de un programa de ejercicios que permite mejorar las funciones cognitivas poniendo en movimiento determinadas áreas cerebrales a través de prácticas simples.
Sin límite de edad, los ejercicios son ideales para mantener o aumentar las habilidades de planificación, recuerdo y velocidad en el procesamiento de la información, entre otros beneficios.

Algunos ejercicios simples

  • Frenar o moderar una respuesta automática. Ayuda a entrenar la capacidad conocida como “control inhibitorio”. Un ejemplo consiste en completar con palabras que no tengan relación de significado ni de sonido con la oración estímulo: “Siempre que llovió… MANZANA”; “Si hoy es martes, mañana será… MAYO”; “Donde manda capitán no manda… LA COMPUTADORA”, entre otras.
  • Retener la información en la mente por períodos cortos para que esté disponible y pueda ser manipulada. Sirve para entrenar la memoria de trabajo y pueden hacerse tanto con material visual como verbal. Ejemplos: contar mentalmente las ventanas de su casa; ordenar según el tamaño los continentes del mundo; decir los meses del año ordenados alfabéticamente; decir el número de teléfono de atrás hacia adelante, etc.
  • Enriquecer más el lenguaje. Aunque tenemos en nuestro cerebro unas 50 mil palabras guardadas, es posible encontrar nuevos términos desconocidos. Para entrenar más esta capacidad es bueno hacer crucigramas, o jugar al Scrabble o al Tuttifrutti o simplemente leer el diccionario.
  • Armar categorías. Consiste en agrupar ítems que reúnan elementos por características compartidas. Por ejemplo, dividir la lista del supermercado en verdulería, perfumería, carnes, etc.
  • Crear una historia. Consiste en crear una historia o cuento en donde se incorporen -en orden- ciertos ítems que se quieren memorizar. Al hacerlo, con sólo recordar la historia será posible traer a la mente los ítems.
  • Agilizar el “cómo se llama”. Uno de los problemas más frecuentes en personas mayores de 50 años es recordar nombres propios de personas recientemente conocidas. Algunas formas de ejercitarlo, son:
    • Asociación: usar la memoria remota que está mucho mejor guardada que la reciente. Para hacerlo, asociar cosas recientes con eventos pasados bien guardados en la memoria “rígida”. En el caso de los nombres, para recordar alguno puede asociarlo con la cara de otra persona que se llame igual pero que no suele olvidar. Otra técnica es asociarlo con alguna persona famosa.
    • Repetición: si conoce a una nueva persona, pídale que le repita su nombre. Si el nombre es difícil, pídale que se lo deletree. Escríbalo o intercambien tarjetas y luego dedique unos minutos a repetirlo mentalmente varias veces. Al anotarlo coloque algún comentario tal como dónde lo conoció o a qué se dedica para mejorar el recuerdo al invocarlo.

 

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