Alcohol: Qué pasa cuando nos excedemos

Los efectos del exceso de bebidas alcohólicas en el organismo son varios.

 

Distintos organismos internacionales consideran que un consumo saludable de alcohol no debe ser mayor a 1 medida diaria para la mujer y 2 medidas diarias para el hombre.
La medida estándar de alcohol puede definirse como:
-Vino: 140 c.c. (equivale a 1 vaso).
-Cerveza: 360 c.c. (media botella).
-Bebidas blancas: 15 c.c.

Está demostrado que el alcohol en exceso aumenta el riesgo de sufrir diferentes enfermedades y reduce drásticamente la longevidad y la calidad de vida

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Sin embargo, y aunque el consumo moderado y regular de vino tinto, por ejemplo, contribuye a una mejor salud cardiovascular, el consumo excesivo de cualquier bebida alcohólica puede provocar síntomas y generar enfermedades en los distintos aparatos y sistemas de nuestro organismo.
Algunos de los efectos, son:
Sobre la digestión: altera los tejidos de la boca y de la lengua. Daña la mucosa del estómago. Esto último aumenta el riesgo de hemorragias digestivas, en especial cuando se combina con el uso de analgésicos como la aspirina.
En la circulación: inicialmente aumenta la presión arterial, lo cual es altamente nocivo para personas que sufren de hipertensión. Su consumo excesivo, además, lleva a una caída del transporte de oxígeno a los tejidos dañándolos a veces en forma irreversible.
En el pensamiento: altera el sistema nervioso central produciendo un daño progresivo en la memoria, en el razonamiento y en la conducta.
En la coordinación: disminuye la coordinación de movimiento. Hace más lenta la capacidad de reaccionar en forma adecuada ante obstáculos.
Además, está comprobado que el consumo indebido de alcohol se encuentra directamente relacionado con la aparición de enfermedades como: hipertensión arterial, problemas coronarios, diabetes, úlcera de estómago y duodeno, infecciones respiratorias frecuentes y exceso de peso.

Síntomas para tener en cuenta:
Para evaluar si tenés un consumo de alcohol saludable conviene preguntarse si alguna vez pensaste en dejar de tomar o te sentiste avergonzado porque te dijeron que debés dejar de hacerlo.
Pensá también si te sentiste culpable por tomar alcohol o si necesitás tomar alcohol para comenzar el día.
Si estás pasando por alguna de estas situaciones o pensás que podés tener problemas con el consumo de alcohol, conversá con tu médico o consultá con Alcohólicos Anónimos al 4931-6666, de lunes a viernes de 9 a 22 o visitá su página en www.org.ar

Cómo evitar el consumo excesivo de alcohol:
-Siempre tener en cuenta las cantidades. Si se decide tomar bebidas alcohólicas es importante…
*Comer algo antes.
*Beber lentamente.
*Elegir las bebidas con menor contenido de alcohol (sidra, cerveza).
*Agregar hielo a su vaso para que esté siempre lleno.
*Alternar las bebidas alcohólicas con otras sin alcohol para combatir la sed y el calor.
*Ponerse un límite de bebida alcohólica y cumplirlo.
-Evitar tomar alcohol más de una vez al día o en situaciones de estrés emocional.
-Realizar actividades que ayuden a evitar el consumo excesivo de alcohol.
Si estas recomendaciones no son suficientes no dudes en consultar a tu médico.

¿Por qué las mujeres tienen un límite inferior? Por dos razones:
-A ellas les afecta más el alcohol, ya que tienen en menor cantidad la enzima que lo metaboliza, por lo tanto eliminan en menor porcentaje el alcohol que ingieren y les llega más cantidad a la sangre.
-El alcohol se distribuye a través del agua del cuerpo, y como la mujer tiene menor cantidad de agua corporal que el hombre, la concentración de alcohol en sangre es mayor en el sexo femenino a igual cantidad de bebida alcohólica ingerida.
La buena noticia es que los efectos beneficiosos de una ingesta moderada de alcohol se alcanzan a niveles más bajos de consumo que en los hombres.


¿Quiénes no deben tomar alcohol?
*Mujeres embarazadas o que están intentando quedar embarazadas y en periodo de lactancia.
*Personas que toman medicinas, recetadas o de venta libre. Consultar al médico.
*Personas con diabetes, ya que el alcohol aumenta el azúcar en sangre.
*Hipertensos con dieta estricta, problemas hepáticos, úlcera gástrica, acidez estomacal, reflujo.
*Personas con problemas médicos que puedan agravarse con el alcohol.
*Quienes conducen y aquellos cuyos trabajos sean de alta concentración mental y estado de alerta (policías, serenos, guardias).
*Menores de 18 años.
*Adictos y recuperados.

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