Amistad: por qué tener amigos es tan saludable

Los buenos amigos son buenos para tu salud. Los amigos pueden ayudarte a celebrar los buenos momentos y apoyarte en los malos. Los amigos pueden prevenir la soledad y también darte una oportunidad para ofrecer una compañía que necesiten. 
Sin embargo, eso no es todo. Los amigos también pueden:

  • Aumentar tu sentido de pertenencia y de propósito.
  • Aumentar tu felicidad y reducir tu estrés.
  • Mejorar tu confianza en ti mismo y tu autoestima.
  • Ayudarte a enfrentar traumas, como un divorcio, una enfermedad grave, la pérdida de trabajo o la muerte de un ser querido.
  • Animarte a cambiar o a evitar hábitos poco sanos en tu vida, como beber demasiado o no hacer ejercicio.

Distintos estudios comprobaron que tener amigos promueve la buena salud en general. Los adultos con un apoyo social fuerte tienen un riesgo reducido de problemas de salud importantes, como depresión, alta presión arterial, y un índice de masa corporal poco sano. Además, han encontrado que es probable que los adultos mayores con una vida social activa vivan más que sus pares con menos conexiones.
Para obtener estos beneficios, la calidad cuenta más que la cantidad. Mientras que es una buena idea cultivar una red diversa de amigos y conocidos, también quizás quieras tener una relación más estrecha con unos pocos amigos íntimos que estarán contigo en las buenas y en las malas; y eso es igualmente saludable.

Cómo cultivar amistadesFormar y mantener amistades saludables implica dar y recibir. Algunas veces serás vos quien da apoyo, y otras veces quien lo recibe. Dejarles saber a tus amigos que te importan y que los apreciás ayuda a fortalecer tu lazo afectivo. 
Es tan importante que seas un buen amigo como que te rodees de buenos amigos.
Para cultivar tus amistades:

  • Sé amable. Este comportamiento tan básico, en que se hacía énfasis durante la infancia sigue siendo el centro de las relaciones adultas exitosas. Pensá en la amistad como una cuenta bancaria emocional. Cada acto bondadoso y cada expresión de gratitud son depósitos en esta cuenta, mientras que las críticas y la negatividad quitan fondos.
  • Escuchá. Preguntá qué está pasando en la vida de tus amigos. Hacele saber a la otra persona que estás prestando mucha atención usando contacto visual, lenguaje corporal, y breves comentarios ocasionales, como ser «Eso parece divertido». Cuando tus amigos comparten detalles de tiempos o experiencias difíciles, sé comprensivo, pero no ofrezcas consejos a no ser que ellos te lo pidan.
  • Compartí. Formá relaciones íntimas con tus amigos compartiendo lo que pensás y sentís. Estar dispuesto a hablar sobre experiencias personales y preocupaciones demuestra que tus amigos tienen un lugar especial en tu vida, y hace que tu conexión sea más profunda.
  • Mostrá que te pueden tener confianza. Ser responsable y confiable es esencial para formar amistades fuertes. No faltes a los compromisos, cumplí con las promesas que les hayas hecho a tus amigos. Cuando tus amigos comparten información confidencial, no la divulgues.
  • Tratá de estar disponible. Hacer que una amistad sea íntima lleva tiempo. Hacé un esfuerzo para ver a tus nuevos amigos de forma regular. Si la presencialidad no es posible, conéctate en forma virtual.

Recordá que nunca es demasiado tarde para hacer nuevas amistades ni para volver a conectarte con viejos amigos. Invertir el tiempo en hacer amigos y en fortalecer tus amistades puede dar como resultado una mejor salud y una mejor perspectiva en el futuro.

FUENTE: MAYO CLINIC 

 

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