Cabeza: no todos los dolores son iguales

Si el dolor de cabeza se presenta con frecuencia es importante que sepas que no todos los dolores son iguales. De hecho, de acuerdo a su origen, los síntomas y el tratamiento pueden ser distintos.
En principio los tres tipos de cefalea más frecuente, son:

1. La cefalea tensional

Suele producirse por contracturas musculares, aunque también influyen:

• Cambios hormonales: menstruación, anticonceptivos orales, terapia de reemplazo hormonal.
• Estados emocionales: estrés, angustia, entre otros.

• Desencadenantes ambientales como:
  • Olores fuertes: comida, perfumes, humo, cigarrillo.
  • Dieta: chocolates, queso, fritos, vino tinto, cerveza.
  • Cambios en el patrón del sueño, ruidos excesivos, variaciones en el clima.

Este dolor se manifiesta con un malestar esporádico acompañado de una sensación de opresión en la parte posterior de la nuca y en el cuello. Aunque es una cefalea bastante tolerada y no afecta la actividad ni interrumpe el sueño, se puede recurrir a analgésicos y miorrelajantes para aliviar las contracturas musculares que pueden producir el dolor.

2. La cefalea tensional crónica

Las causas suelen ser similares a la cefalea tensional pero la diferencia es que el dolor se presenta dos o más veces a la semana. El malestar puede prolongarse durante todo el día sin desaparecer por más que aumente la ingesta de calmantes; y la frecuencia para considerarse “crónico” es de al menos 15 días al mes, durante un período de 6 meses. La persistencia del dolor interfiere en la actividad diaria por provocar:

• Demora en conciliar el sueño, lo cual provoca un estado de somnolencia diurna.
• Posible efecto rebote por exceso en el uso de calmantes.
• Alteraciones del estado de ánimo.

Cuando el médico determina que la cefalea es persistente puede indicar una medicación según el origen del dolor y suele recomendar medidas preventivas como actividad física regular y ejercicios respiratorios y de relajación para equilibrar las tensiones musculares.

3. Jaqueca o migraña

A diferencia de las anteriores, este dolor de cabeza se origina en una alteración bioquímica en el cerebro que involucra la disminución de serotonina y otros neurotransmisores que favorecen la dilatación de las arterias cerebrales. En consecuencia se trata de un malestar que puede durar hasta 72 horas, es recurrente, de característica aguda, fuerte y pulsátil (sensación de latidos en un lado de la cabeza). En algunas personas puede acompañarse con náuseas, vómitos e hipersensibilidad a la luz y el ruido. A pesar de la intensidad, con el tratamiento adecuado la mejoría es significativa. Sin embargo, como la mayoría de las personas no consulta con su médico por este cuadro, se calcula que un 60% de las personas ve disminuida su calidad de vida por no contar con la terapia apropiada que consiste en medicamentos antijaquecosos específicos y cambios en los hábitos de alimentación, ejercicio regular y técnicas de relajación; entre otras medidas.

Más información
Clínica Mayo: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/chronic-daily-headaches/in-depth/headaches/art-20047375