Cáncer de Ovario: De qué se trata esta enfermedad frecuente

Se conoce como cáncer de ovario al tipo de cáncer que comienza en los órganos femeninos encargados de producir óvulos (ovarios).
La mayoría de las mujeres que lo contraen no presentaban un alto riesgo.
Sin embargo, varios factores pueden predisponer a una mujer a padecer cáncer de ovario, por ejemplo:

Ser una mujer de mediana edad o mayor de 45 años.
Tener familiares cercanos (como madre, hermana, tía o abuela) maternas o paternas que hayan tenido cáncer de ovario.
Haber tenido cáncer de mama, de útero o colorrectal.
Tener endometriosis (una afección en la que el tejido que recubre el útero crece en otras partes del cuerpo).
No haber tenido hijos o haber tenido dificultad para quedar embarazada.

Además, algunos estudios indican que las mujeres que toman estrógeno solo (sin progesterona) durante 10 años o más pueden tener un aumento del riesgo de cáncer de ovario.
Si tenés uno o más de estos factores o un historial de cáncer de ovario, no significa que contraerás cáncer de ovario. Pero deberías hablar con tu médico sobre el riesgo.

SÍNTOMAS
El cáncer de ovario puede causar los siguientes signos y síntomas:

Sangrado o secreción vaginal que no es normal (en especial si ya entraste en la menopausia).
Dolor o presión en el área pélvica.
Dolor abdominal o de espalda.
Sensación de hinchazón.
Sensación de llenura muy rápida o dificultar al comer.
Cambios en sus hábitos de ir al baño, como necesidad de orinar con mayor frecuencia o urgencia y/o estreñimiento.

Conocer el propio cuerpo es el primer paso para identificar las condiciones que son normales para vos. Si tenés un sangrado vaginal que no es normal, consultá a tu ginecólogo inmediatamente. Si tenés cualquier otro síntoma que no es normal para vos por más de dos semanas, también consultá. Estos síntomas puede ser otra afección diferente al cáncer, pero la única forma de saberlo es visitando a tu ginecólogo.

TRATAMIENTO
Por lo general, el tratamiento para el cáncer de ovario es una combinación de:

Cirugía: El médico extirpa el tejido canceroso por medio de una operación.
Quimioterapia: Tratamiento que utiliza medicinas especiales para reducir el tamaño del tumor o eliminarlo. Estos medicamentos pueden administrarse en píldoras o por vía intravenosa y, en ocasiones, de ambas maneras.

El tratamiento se elige en función de cada paciente.

PREVENCIÓN
No se conoce una forma de prevenir el cáncer de ovario, pero algunos factores están asociados a una menor probabilidad de contraerlo:

Haberse sometido a procedimientos quirúrgicos de ligadura de trompas (ligadura tubárica), extirpación de ovarios o histerectomía (operación en la que se extirpa el útero y en ocasiones el cuello uterino).
Haber tenido al menos un parto.
Lactancia materna. Algunos estudios indican que las mujeres que dan de mamar durante un año o más pueden tener un riesgo moderadamente menor de presentar cáncer de ovario.

Si bien estas acciones pueden ayudar a reducir las probabilidades de contraer cáncer de ovario, no se recomiendan para todo el mundo, y hay riesgos y beneficios asociados a cada una.
Dado que la enfermedad no se puede prevenir, es importante estar atenta, conocer los factores de riesgo y consultar regularmente al ginecólogo para evitar un diagnóstico tardío.