Claves para comer afuera y cuidar tu peso

De acuerdo a datos de la Sociedad Argentina de Nutrición, 8 de cada 10 personas aumentaron de peso durante el periodo de cuarentena debido al coronavirus.
Lejos de tratarse de una cuestión estética, mantener un peso corporal acorde al sexo, la contextura física, la edad y la estatura es un índice de salud.
Por eso, si vos formas parte de estas estadísticas, es importante que comiences a poner en práctica ciertos recursos inteligentes que te permitirán disfrutar de las salidas a comer afuera y recuperar el control de tu salud al mismo tiempo.

Recursos para el éxito
Prestá atención a la panera. Podés pedir al mozo que la retire, si es que te resulta una tentación fuerte. Si comés acompañado y el otro quiere pan, ubicá la panera lejos tuyo (adonde no llegues estirando el brazo). Aunque para algunos es un recurso positivo porque pueden controlar su consumo y lo aprovechan para reducir la ingesta de comidas más calóricas, lo cierto es que la mayoría de las personas adora untar quesos, salsas, manteca y mayonesa, aumentando considerablemente el aporte energético total del almuerzo o la cena en cuestión. 
Empezá por las ensaladas. Las hortalizas de entrada aumentan considerablemente la sensación de saciedad. No desperdicies esa oportunidad. Recordá que el aderezo es crucial. Sé moderado con el aceite (1 cda. por porción es suficiente), evitá los aderezos comunes (mayonesa, salsa golf) y preferí la versión light. Agregá limón, vinagre, aceto balsámico o aderezo light para ensaladas para aumentar la humedad de las hortalizas y el sabor.
Compartí las porciones grandes. Compartir una comida con alguien puede ser una gran idea porque con frecuencia hay suficiente para dos. De lo contrario, evitá comer hasta limpiar el plato.
Cuidado con las salsas. Muchas preparaciones contienen calorías ocultas en las salsas cremosas que acompañan carnes y verduras, el aceite, los alimentos empanados y fritos… Lo mejor es preguntar al mozo en qué consiste el plato elegido.
Vigilá el alcohol. Está cargado de calorías “vacías” que engordan sin aportar nutrientes y, en exceso, hace bajar la guardia frente a la comida además de ser perjudicial para la salud. Planificá un límite con la bebida alcohólica, y cumplilo.
Alerta con el postre. Si la comida principal fue sobria y baja en calorías es distinto a si fue abundante o calórica. En cualquier caso, siempre lo mejor es una ensalada de frutas o un helado de agua. Otra alternativa es ir a una heladería a la salida y disfrutar de un delicioso helado light.

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