Cómo prevenir el cáncer de cuello uterino

El 26 marzo de cada año se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino para concientizar a las mujeres acerca de la importancia de efectuarse controles ginecológicos para evitar enfermedades, entre ellas, el cáncer.
El cáncer cervical es un crecimiento anormal de células en el cuello uterino de una mujer, la parte más baja del útero (matriz) que conecta el útero y la vagina. 
El cáncer cervical casi siempre es causado por el virus del papiloma humano (VPH).
De crecimiento lento, en las mujeres que se realizan las pruebas de detección periódicas es posible encontrar y tratar el problema antes de que se convierta en cáncer. 

Síntomas
Al igual que en otros tipos de cáncer, en sus primeras etapas, a veces no presenta síntomas (por eso es tan importante la detección precoz).
En etapas posteriores, los síntomas pueden incluir:

  • sangrado vaginal inusual (fuera del ciclo menstrual);
  • flujo vaginal anormal;
  • dolor pélvico; 
  • dolor durante las relaciones sexuales.

Como estos también pueden ser signos de una enfermedad distinta del cáncer cervical, si experimenta alguno es importante que consulte con su ginecólogo.

Causas
Casi todos los cánceres cervicales son causados por el VPH, un virus de transmisión sexual común que puede causar infecciones. 
Existen más de cien tipos de VPH. Algunos tipos no causan síntomas. Otros causan verrugas corporales o genitales. Los tipos más agresivos pueden causar cáncer tanto en mujeres como en hombres. 
El cáncer cervical es el tipo más común de cáncer causado por el VPH.

Diagnóstico
Durante una prueba de Papanicolaou se toma una muestra de células del cuello uterino. La muestra se envía a un laboratorio y se analiza con un microscopio.

Los resultados anormales de una prueba de Papanicolaou de rutina conducen a un diagnóstico de cáncer cervical.


Los resultados anormales de la prueba de Papanicolaou podrían significar que hay cambios en las células del cuello uterino. Estos incluyen:

  • Inflamación (irritación). Causado por una infección del cuello uterino, que incluye las infecciones por hongos, el VPH, el virus del herpes o muchas otras infecciones.
  • Células anormales. Las células no son cancerosas, pero pueden ser precancerosas. Esto significa que eventualmente podrían convertirse en cáncer.
  • Signos más graves de cáncer. Los cambios afectan las capas superiores del cuello uterino, pero no van más allá de este.
  • Cáncer más avanzado. Los cambios celulares se extienden a los tejidos más allá del cuello uterino.

Si los resultados de la prueba de Papanicolaou son anormales, puede ser necesario repetir la prueba de Papanicolaou. También puede realizarse una prueba de VPH cervical. A través de esta prueba se puede detectar la presencia de uno de los tipos de VPH que pueden causar cáncer. 

Otros estudios complementarios, son:

  • Colposcopia. Durante este procedimiento, se usa una lente de aumento para observar más de cerca el cuello uterino. 
  • Biopsia. Toma de una muestra de tejido para detectar células cancerosas.

Prevención 
En muchos casos, el cáncer cervical se puede prevenir. Las mejores formas de hacerlo son evitar contraer el VPH y hacerse pruebas de Papanicolaou con regularidad.

Evitar el VPH
Una vacuna contra el VPH puede proteger a los jóvenes contra el virus. En nuestro país, la primera dosis de la vacuna está indicada a los 11 años y la segunda 6 meses después de la 1era dosis.
Como estrategia adicional se recomienda la vacunación contra VPH para mujeres y varones entre 11 y 26 años que vivan con VIH y trasplantados con esquema de 3 dosis (0, 2 y 6 meses).
Otras formas de reducir el riesgo de contraer el VPH incluyen:

  • Limitar el número de parejas sexuales.
  • No tener relaciones sexuales con alguien que haya tenido muchas parejas.
  • Usar condones cada vez que se tengan relaciones sexuales (los condones no son 100% efectivos. El VPH se transmite por contacto de piel a piel. Esto hace que los condones sean menos confiables para la prevención).

Hacerse pruebas de Papanicolaou con regularidad
Todas las mujeres deben hacerse pruebas de Papanicolaou con regularidad para detectar células anormales antes de que se conviertan en cáncer.
Ciertos factores ponen a la mujer en mayor o menor riesgo de desarrollar cáncer cervical. La mayoría de las mujeres pueden seguir estas pautas:

  • Dentro de los tres años posteriores a la fecha en que comienza a tener relaciones sexuales si es menor de 21 años.
  • Una vez al año a partir de los 21 años y hasta los 65 años de edad.
  • Si tiene entre 30 y 65 años de edad, puede combinar una prueba de Papanicolaou con la prueba de VPH cada cinco años.
  • Si es mayor de 65 años, según indicación médica.

Tratamiento
Los pasos a seguir dependen de los resultados de los estudios.

  • Lesiones precancerosas. El tratamiento dependerá de varios factores, que incluyen gravedad, edad, salud general, deseo de quedar embarazada en el futuro y preferencia. Las opciones incluyen criocirugía (congelación), cauterización (quemaduras) o cirugía con láser. Estos procedimientos destruyen las células anormales sin causar mucho daño al tejido sano cercano.
  • Cáncer cervical invasivo. Esto significa que el cáncer se ha diseminado desde la superficie del cuello uterino. Puede extenderse a los tejidos más profundos dentro del cuello uterino o a otras partes del cuerpo. Las opciones de tratamiento dependen del tamaño del tumor y la extensión del cáncer. También pueden depender de los planes para tener hijos en el futuro. Los tratamientos más comunes incluyen cirugía, radiación y quimioterapia.

Vivir con cáncer uterino
El cáncer cervical es tratable, en especial cuando se detecta temprano. 
Las células precancerosas pueden eliminarse antes de convertirse en cáncer. El tratamiento temprano a menudo no afecta la capacidad de tener hijos. 
El tratamiento de cánceres más avanzados podría requerir la extirpación del útero u otros órganos reproductivos. Algunas mujeres congelan sus óvulos para uso futuro antes de someterse a este tipo de cirugía.
Los tratamientos contra el cáncer pueden ser estresantes y tener diferentes efectos secundarios en el cuerpo. Por eso es importante seguir una dieta saludable, dormir lo suficiente y tratar de mantener la energía alta manteniéndose ligeramente activo.
Incluso después de que el cáncer entre en remisión, la mujer tiene un mayor riesgo de que regrese al cuerpo. Será necesario recibir atención de seguimiento y mantener controles regulares durante varios años después del tratamiento.

Fuentes: Academia Americana de Médicos de Familia y Ministerio de Salud de la Nación

VER TAMBIÉN: https://youtu.be/7ieSngIC7VY

 

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