Enuresis: adiós a la cama mojada

“Otra noche con la cama mojada… esta vez lo dejé dormir así, estoy cansado/a de levantarme todas las noches, dar vuelta el colchón, bañarlo y cambiarlo… no puede ser, ya está grande”. 
¿Te identificás con este relato? ¿Cuántas veces te despertaste con la queja de tu hijo o de pronto lo tuviste de pie al lado de tu cama completamente empapado? 
La enuresis es más habitual de lo que imaginás. Se calcula que 15 de cada 100 niños mayores de 5 años sufren este problema, lo que lo convierte en un síntoma frecuente, más común en los varones que en las niñas. 
Esta situación no solo perturba tu descanso sino que, además, te enoja… ¿no es cierto? Frente a esto, lo primero a saber es que tu hijo no moja la cama a propósito. No tiene la culpa de algo que no puede controlar. 

QUÉ ES LA ENURESIS
Es la micción involuntaria e inconsciente de orina en un niño mayor de 5 años. 
Cuando el problema se presenta en niños menores de esta edad se considera una irregularidad esperable durante el aprendizaje normal del control urinario. 
La enuresis se puede clasificar de varios modos:

  1. Según el momento del día: 
    1. Diurna: la pérdida involuntaria de orina ocurre durante el día.
    2. Nocturna: cuando sucede durante el sueño (la más frecuente).
  2. Según el control de la micción:
    1. Primaria: cuando el niño no controla durante un periodo continuo de al menos 6 meses (80% de los casos).
    2. Secundaria: cuando existió un período previo de control de la micción (20% de los casos).

Los niños con enuresis primaria (se orina de día o noche durante un periodo de 6 meses o más) suelen sentirse perturbados y perciben este hecho como una falla personal; lo que puede generar trastornos de conducta, problemas de ansiedad, miedo y aislamiento. 
Sin embargo estas situaciones son consecuencias de la enuresis, no su causa. 
Los niños con enuresis secundaria (comienza a orinarse después de un periodo de control) suelen presentar el cuadro en forma posterior a una perturbación emocional: fallecimiento de un ser querido, nacimiento de un hermano, problemas en la escuela, mudanza, separación de los padres, etc. 
CAUSAS
Aunque en la mayoría de los casos se desconoce la causa exacta, algunas posibilidades incluyen:

  • Que la vejiga de tu hijo sea muy pequeña o que la cantidad de orina producida durante la noche sea excesiva. Como resultado, la vejiga se llena antes de que la noche termine. 
  • Que duerma tan profundamente que no despierte frente a la señal de orinar. 
  • Que todavía no haya aprendido a reconocer la necesidad de orinar y, por lo tanto, no sepa controlar la micción.

EVOLUCIÓN
Solo el 10 % de los niños con enuresis resuelven su problema en forma espontánea. Es decir: 9 de cada 10 niños que hoy mojan la cama continuarán haciéndolo el año que viene si no reciben el tratamiento correspondiente. 
Se calcula que a los 15 años, al menos 1 de cada 100 adolescentes que tuvo enuresis de pequeño se sigue haciendo pis en la cama durante la noche.
¿Cuándo conviene consultar? Si tu hijo tiene más de 5 años y amanece mojado más de tres noches a la semana. Su pediatra determinará la necesidad de evaluar la situación con un especialista:

  • Urólogo infantil: experto en el aparato urinario.
  • Nefrólogo infantil: experto en la estructura y función de los riñones.

Luego del diagnóstico, existen recursos para poner en práctica en casa y tratamientos específicos que ayudarán al niño a despertar en una cama seca, situación que le devolverá la calma a la familia pero por sobre todas las cosas mejorará la calidad de vida y la autoestima de tu hijo.

TODO LO QUE PUEDEN HACER EN CASA

  • Evitar castigos o retos. La enuresis no es producto de la pereza o de una actuación. Tu hijo no controla lo que hace.
  • No avergonzarlo frente a otros niños o adultos. Eso puede ocasionar problemas de baja autoestima. 
  • Tranquilizarlo. Aunque la situación sea incómoda, el niño debe entender que es algo común y que tiene solución. 
  • Hablarle. Contarle la historia de otras personas (parientes, conocidos e incluso la tuya propia) que también se orinaban en la cama. Reducirá su estrés.
  • Hacer que colabore con la higiene. Puede participar en la limpieza ayudando a quitar las sábanas, llevándolas donde dejan la ropa sucia o tendiendo nuevamente la cama; bañándose o vistiéndose solo.
  • Elogiarlo por las noches secas. Si no tiene hermanos, usen un cartel para dibujar una marca o carita cada mañana. Sirve más en niños de 5 a 8 años.
  • Modificar el consumo de líquidos. Conviene que beba lo suficiente durante el día para evitar que esté sediento antes de acostarse. Darle una bebida con la cena y explicarle que será la última antes de ir a dormir. Es importante evitar líquidos que contengan cafeína (bebidas cola y té) porque aceleran la producción de orina.
  • Estimularlo para que vaya al baño a horas regulares durante el día y asegurarse de que lo haga antes de acostarse.
  • Enseñarle que no debe retener la orina por períodos largos de tiempo, ni siquiera cuando esté jugando o durante una clase en la escuela.

 

 

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