Gimnasia acuática: Ejercicios y claves anticovid

El agua ofrece un espacio diferente en el que ejercitarse puede ser mucho más agradable y seguro, en especial para quienes tienen mucho sobrepeso.
Esto se debe a que, más allá de la natación -el deporte acuático por excelencia-, existen otras alternativas que brindan los mismos beneficios que una clase de gimnasia aeróbica, con la enorme ventaja de hacer los movimientos en forma más relajada y con una carga mucho menor para las articulaciones, por lo que también es ideal para las personas que padecen de artrosis.
Otra ventaja “extra” del agua con respecto a otras formas de entrenar la capacidad muscular (pesas o mancuernas), es que se logra un trabajo equilibrado en todos los grupos musculares.
Todo esto convierte a la gimnasia acuática en una excelente oportunidad de sumar movimiento durante las vacaciones, ya sea que las disfrute en una quinta con pileta o en la pileta de algún club.

Covid y piletas
No hay evidencia de que el COVID-19 pueda transmitirse mediante el uso de aguas recreativas. 
Seguir las prácticas seguras de natación junto con el distanciamiento social y las acciones preventivas diarias para protegerte y proteger a los tuyos es la mejor forma de mantenerte seguro.
Lavate las manos con frecuencia. Con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público o después de sonarse la nariz, toser o estornudar. Si no hay agua y jabón disponibles, usá un desinfectante para manos o alcohol en gel.
Evitá tocarte los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar.
Evitá el contacto cercano manteniendo una distancia de 2 metros con otras personas que visiten el lugar al que concurras.
Usá barbijo en áreas comunes y fuera de la pileta. También siempre que estés cerca de personas que no viven en tu hogar, especialmente cuando otras medidas de distanciamiento social son difíciles de mantener.
Cubrí la tos y los estornudos. Tapá siempre la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar o usá la parte interna del codo y no escupas. Tirá los pañuelos usados a la basura.
Limpiá y desinfectá las superficies de contacto. Mesas, piletas comunes, parrillas. 
No tomes tu temperatura dentro de los 30 minutos posteriores al ejercicio o de estar expuesto al sol.
Controlá tu salud diariamente. Estate alerta a los síntomas: fiebre, tos, dificultad para respirar.

Ejercicios para el agua

  1. Caminar. Es un buen ejercicio para entrar en calor. Paseá por la piscina durante cinco minutos, manteniendo el nivel del agua a la altura del pecho.
  2. Saltos. Saltar es más fácil y menos dañino cuando se hace en el agua. Sumergite hasta la nariz y saltá hasta que el agua te llegue a la cintura.
    3. Dorsales. Permanecé de pie con las piernas ligeramente separadas y con el agua a la altura de los hombros. Girá el torso hacia ambos lados con los brazos apoyados en las caderas.
    4. Brazos. Fijá tus pies a una escalerilla y comenzó a nadar de espalda. Aunque no avances, ejercitarás tus brazos, hombros y espalda.
    5. Abdominales. Sujetate al borde de la pileta. Extendé los brazos y pegá la espalda a la pared. Con el nivel de agua por debajo del pecho, levantá las piernas manteniéndolas extendidas.
    6. Glúteos. De pie, agarrado del borde de la pileta, extiendé la pierna hacia atrás para provocar la contracción de los glúteos. Subí y bajá las piernas en forma alternada.
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