Qué es el síndrome de las piernas inquietas

El síndrome de piernas inquietas (también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom) es un problema del sistema nervioso que provoca la sensación de un impulso irrefrenable de levantarse y pasear o caminar. 
La incomodidad que genera hace que la persona sienta la necesidad de mover las piernas y el movimiento detiene la sensación desagradable durante un corto tiempo.

Causas
Todavía se desconocen sus causas, aunque se supone que puede deberse a un problema con la forma en cómo las células del cerebro utilizan la dopamina, un químico cerebral que ayuda con el movimiento muscular.
También se encontró que este síndrome puede estar relacionado con otras afecciones ya que suele ocurrir con mayor frecuencia en personas con:

También es frecuente en personas que:

  • Usan ciertos medicamentos como bloqueadores de los canales del calcio, litio o neurolépticos
  • Están suspendiendo el uso de sedantes
  • Consumen cafeína

Se presenta más en personas de mediana edad y adultos mayores, y es más común en las mujeres. Comúnmente se transmite de padres a hijos, esto puede ser un factor cuando los síntomas comienzan a temprana edad.

Síntomas
El trastorno provoca sensaciones desagradables en la parte inferior de las piernas que generan ganas irrefrenables de moverlas. 
Quien lo padece puede experimentar, además, sensación de:

  • Borboteo, tirón o jalón.
  • Ardor u hormigueo.
  • Dolor, palpitaciones o molestia.
  • Picazón, cosquilleo, alfileres y agujas en los pies.

Estas sensaciones:

  • Son peores en la noche al estar acostado hasta el punto que puede interferir con el sueño y mantenerlo despierto. 
  • Algunas veces ocurren durante el día.
  • Comienzan o empeoran al acostarse o sentarse por períodos prolongados.
  • Pueden durar 1 hora o más.
  • Algunas veces se presentan también en la parte superior de las piernas, los pies o los brazos.
  • Se alivian cuando usted se mueve o se estira en tanto continúe moviéndose.

Los síntomas algunas veces pueden dificultar el hecho de sentarse durante los viajes por aire o en automóvil, o a lo largo de las clases o las reuniones.
El estrés o una alteración emocional pueden empeorar los síntomas.
La mayoría de las personas con este síndrome tienen movimientos rítmicos de las piernas cuando duermen. Esta afección se denomina trastorno de movimiento periódico de las extremidades.

Todos estos síntomas dificultan el descanso y la falta de sueño puede conducir a somnolencia diurna, ansiedad o depresión, confusión, dificultad para pensar claramente.

Diagnóstico y tratamiento
Frente a la presencia de síntomas su médico le realizará un examen físico. Puede solicitarle exámenes de sangre y otras pruebas para descartar otras afecciones que pudieran ocasionar síntomas similares.
Aunque este síndrome no tiene cura, el tratamiento puede aliviar los síntomas a través de ciertos cambios de estilo de vida:

  • Dormir lo suficiente. Vaya a la cama y despiértese a la misma hora todos los días. Asegúrese de que su cama y dormitorio sean cómodos.
  • Pruebe el uso de compresas calientes o frías en las piernas.
  • Ayude a relajar los músculos con estiramientos suaves, masajes y baños calientes.
  • Dedique tiempo de su día simplemente a relajarse. Pruebe con yoga, meditación u otras maneras de aliviar la tensión.
  • Evite la cafeína, el alcohol y el tabaco. Estos pueden empeorar los síntomas.

El médico puede recomendarle, además, algunos medicamentos que ayudan a controlar los síntomas o tranquilizantes para ayudarlo a dormir. Estos últimos pueden causar somnolencia diurna.
FUENTE: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos

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