Relax: Siete tácticas para reducir el estrés de la pandemia

En este año de pandemia y cuarentena, nuestra casa se convirtió en oficina, aula, gimnasio, restaurante… El verano puede darnos la oportunidad de devolverle el sentido de “hogar”, entendido como ese espacio que habitamos en donde encontramos resguardo, seguridad y calma.
Para conseguirlo, reinventar tu dormitorio como un lugar de belleza y serenidad puede ser una fuente de renovación y promover tu bienestar. 
Sin hacer cambios costosos o que te insuman mucho tiempo, te mostramos formas simples de promover la calma necesaria para reducir tensiones en casa.

  1. Buscá tu lugar de paz: cerrá los ojos, respirá profundamente y visualizá el lugar donde sentís la mayor calma y bienestar. ¿Es una playa? ¿un jardín? ¿una montaña? ¿un bosque tranquilo? Es probable que sea tu dormitorio ideal. Si el lugar donde sentís mayor armonía es en las montañas, incluí entonces imágenes (una fotografía, por ejemplo), aromas (como aceites esenciales de pino o enebro), sonidos (como una pequeña fuente de agua que te recuerde una cascada) que te permitan recrear tu paisaje interior predilecto. 
  2. Mantenelo limpio y ordenado: un lugar bien ventilado y limpio te permitirá descansar mejor. Guardá todo lo que uses durante el día (diarios, libros, ropa, calzado). Hacé lo mismo con tus placares: regalá todo lo que hace años no vestís ni calzás. Reducir el desorden de lo que se ve (en el dormitorio) como de lo que no se ve (dentro de armarios y placares) proporciona una sensación de bienestar que propicia la relajación y el descanso. 
  3. Dejá a mano lo que realmente usás: los amantes de la lectura pueden desear tener cerca sus novelas favoritas, pero demasiados libros pueden ser contraproducentes. En lugar de tener pilas de libros por todas partes conservá uno o dos en tu mesa de luz y guardá el resto en la biblioteca. Lo mismo con la ropa, los accesorios y el calzado. Evitá las cosas “desparramadas” tanto en los muebles como en el piso.
  4. Moderá los colores: las paredes de color pastel, lavanda, beige o blanco y los tonos crema y rosados favorecen la sensación de calma. Tenelo en cuenta para la próxima vez que renueves la pintura de tu dormitorio.
  5. Renová la decoración: fotos de las personas que amás proporcionan energía positiva al dormitorio siempre y cuando la decoración de las paredes sea simple. No pongas demasiadas fotografías ni cuadros u otros adornos, una para cada pared es suficiente. Recordá que lo primero que veas al despertar es muy importante. Buscá objetos cálidos, pero a la vez sencillos, y no los amontones en cada repisa o estante (al momento de limpiar la habitación te arrepentirás). Si te gustan los espejos (además de ser útiles amplían el espacio visual) preferí aquellos que no tengan recortes y evitá aquellos en que la imagen aparece quebrada.
  6. Prestá atención a las luces: para disfrutar de un descanso reparador, a la hora de dormir preferí el ambiente en penumbras cubriendo las ventanas con cortinas espesas pero que a la vez permitan que entre la luz del día cuando es el momento de despertar. Recordá, además, que la iluminación influye en la estética de una habitación y sin dudas puede favorecer la calma (o no): si estás por cambiar los veladores o las lámparas, elegí luces difusas y suaves, que propician un estado mental de calma. 
  7. Cuidá los aromas: podés disfrutar de una fragancia sutil en el dormitorio simplemente agregando unas gotas de algún aceite esencial relajante, jazmín o rosas, en un difusor de aceites aromáticos.

Además de estas recomendaciones de estilo, para construir un espacio de relajación es importante tener en cuenta:

  • La temperatura: la adecuada está entre 18 y 22 grados. Esto se debe a que tanto el frío como el calor en exceso pueden provocar micro despertares que alteran el ritmo normal del sueño y hacen que por la mañana te levantes con cansancio y somnolencia. 
  • La ventilación: es muy importante que adquieras un buen hábito para mantener una correcta renovación del aire en los dormitorios. Para ello es suficiente con ventilar a diario de 5 a 10 minutos. El mejor momento es por la mañana y si puede ser por ventilación cruzada (dos ventanas contrapuestas o ventana – puerta opuestas) mucho mejor ya que así se reduce la humedad interior. 
  • Dispositivos electrónicos: Las lámparas, los cables y enchufes cercanos a la cama pueden crear campos electromagnéticos que alteren el sueño. Lo idóneo es alejar estos aparatos de la cama y desconectarlos, si te es posible, antes de acostarte.
  • La luz: cuanto más oscura esté la habitación más fácil es relajarte y asegurarte un buen descanso. La luz artificial interfiere mucho en el sueño, haciéndolo más ligero y menos profundo provocando que te despiertes con más frecuencia.
  • El ruido: aparte de impedirte conciliar el sueño con facilidad, el ruido también afecta la capacidad de alcanzar las fases más profundas del sueño. Reducí toda fuente de sonidos y si es necesario silenciá tu celular por las noches. 
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