Riñones sanos: cómo cuidarlos mejor

El Día Mundial del Riñón se celebra el 12 de marzo con una campaña de sensibilización mundial para aumentar la conciencia sobre la importancia de este órgano para nuestra salud.
Los riñones son órganos con forma de poroto que tienen el tamaño de un puño. Ubicados cerca de la línea media de la espalda, componen el sistema urinario junto con la vejiga.
En su interior, cada riñón posee aproximadamente un millón de estructuras minúsculas llamadas nefrones que se ocupan de filtrar la sangre eliminando los productos de desecho y el exceso de agua y sodio de la sangre que se transforma en orina. 
La orina fluye a través de unos tubos llamados uréteres hacia la vejiga, donde se almacena hasta el momento de la micción.

Para qué sirven

  1. Producen hormonas que controlan la presión sanguínea.
  2. Envían sangre filtrada al corazón mediante la vena cava inferior.  
  3. Reciben sangre de la aorta (arteria conectada directamente al corazón), la filtran, eliminan sus desechos y regulan la cantidad de agua que permanece en el cuerpo.  
  4. Trasladan la orina por conductos (uréteres) hacia la vejiga donde se libera a través de la uretra durante la micción.

Cómo se enferman
La mayoría de las enfermedades renales ataca a los nefrones y, en consecuencia, los riñones no son capaces de eliminar desechos. 
Las causas pueden incluir problemas genéticos, lesiones o medicamentos y tienen más riesgo las personas con antecedentes familiares de enfermedad renal y las personas con diabetes, hipertensión o alguna enfermedad cardiovascular.
Se calcula que cerca de 850 millones de personas en el mundo padecen alguna alteración renal (www.worldkidneyday.org). 
Afortunadamente, los avances de la ciencia a través de la hemodiálisis (tratamiento mecánico ambulatorio que depura y filtra la sangre) y el trasplante permitieron que muchos pudieran continuar viviendo. Sin embargo, cuidar los riñones es la acción más inteligente y saludable.   

Estrategias para riñones sanos

  1. Controlá tu presión arterial. La hipertensión también puede causar un daño renal. 
  2. Mantené un nivel normal de azúcar en sangre (glucemia). Las personas con diabetes tienen más riesgo de daño renal. 
  3. Comé sano y controlá tu peso corporal. 
  4. Reducí el consumo de sal. La ingesta recomendada es de 5 a 6 gramos de sal al día como máximo (alrededor de 1 cdita.). 
  5. Tomá entre 2 y 3 litros de líquido sin alcohol ni azúcares por día. 
  6. Hacé ejercicio regular. Ayuda a reducir la presión arterial y el riesgo de insuficiencia renal crónica.
  7. No fumes. El tabaco es un factor de riesgo para el corazón y para los riñones y aumenta el riesgo de cáncer renal y de vejiga. 
  8. Sé responsable en la automedicación. Algunos medicamentos de venta libre, como los antiinflamatorios, pueden causar daño renal si se toman con regularidad. 
  9. Chequeá con tu médico una revisión de la función renal. Hay estudios específicos si tenés diabetes, hipertensión, obesidad o algún familiar ha tenido una enfermedad renal crónica.

Para seguir leyendo
Riñones sanos. http://ospana.com.ar/mutuos/rinones-sanos/

Más información
Sociedad Argentina de Nefrología: www.san.org.ar

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