Siesta: aliada de tu vitalidad

Muchas personas sienten, entre las 2 y las 4 de la tarde, que  el sueño y el cansancio físico y mental invaden el cuerpo. En esos casos, una pequeña siesta después de almorzar ayuda a aumentar la productividad en el trabajo, favorece la concentración y fomenta una actitud de alerta (entre otros beneficios).
Duración y beneficios
Aunque lo más conveniente en medio de una jornada diaria es la mini siesta, otras medidas de descanso diurno según la duración, son:

  • NANO-SIESTA: 10 a 20 segundos. Aún no se sabe si hay beneficios en estos pequeños intervalos. Se trata de los momentos en que, por ejemplo, cabeceás mientras viajás en el medio de transporte o estás sentado en el escritorio delante de la computadora.
  • MICRO-SIESTA: 2 a 5 minutos. Es sorpresivamente efectiva para deshacerse de la somnolencia.
  • MINI-SIESTA: 5 a 20 minutos. Aumenta el estado de alerta, la energía, mejora el aprendizaje, incrementa el rendimiento físico y mejora el estado de ánimo.
  • PODEROSA: 30 minutos. Incluye los beneficios de la micro y la mini y, además, refuerza el estado de alerta, disminuye el riesgo cardiovascular y aumenta la capacidad de concentración. Como ayuda al cerebro a absorber la información útil, también protege la memoria de largo plazo (aquella que se utiliza para recordar datos, eventos y nombres).
  • PROFUNDA: 50 a 90 minutos. Incluye la fase de sueño profundo. Además de todos los beneficios anteriores, le suma una mejoría en la percepción y la claridad mental y es ideal para mantener la salud de huesos y músculos. No es conveniente para quienes sufren de insomnio.

Tips para el descanso reparador
Si disponés de tiempo y lugar para obtener las ventajas de una siesta corta, tené en cuenta lo siguiente:

  • Las cinco etapas completas del sueño se repiten cada 90 a 120 minutos. La primera fase puede durar hasta 10 minutos, la segunda fase hasta 20. Una siesta revitalizante debe ser de al menos 20 minutos, tiempo en que se tiene acceso a esta segunda fase que es la de la restauración. Para evitar seguir hacia el sueño más profundo, conviene usar un reloj que te despierte en el momento indicado (el celular es ideal).
  • La mini siesta ideal es al mediodía, justo después de la comida. Para conciliar el sueño sin problemas, evitá la cafeína y los alimentos ricos en grasas y azúcares.
  • Procurá un lugar tranquilo en donde no seas interrumpido por ruidos ni teléfonos sonando (recordá apagar el celular).
  • Si no hay oscuridad natural, usá un antifaz negro.
  • Como la temperatura corporal desciende al dormir, si no podés ajustar el aire acondicionado tené una manta liviana a mano.

Para tener en cuenta
Al comienzo puede costarte quedarte dormido, especialmente si no tenés incorporado el hábito de la siesta. No te desanimes. Intentarlo a diario hará que tu organismo se acostumbre.
Lo importante es que lo repitas siempre  a la misma hora, en el mismo lugar y durante el mismo lapso de tiempo.
Por último, si sentís somnolencia diurna o una necesidad recurrente de dormitar es conveniente que consultes con tu médico para revisar tu rutina de sueño nocturno. La somnolencia diurna permanente puede ser una señal de algún problema de salud.

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