OBESIDAD Y DIABETES: un dúo riesgoso para su salud

¿Sabía usted que la obesidad abdominal puede ser una señal que anticipe un futuro problema con su glucemia?
En condiciones normales, la insulina se encarga de hacer llegar el azúcar de la sangre a las células del organismo donde es utilizada como energía. Pero la grasa, en especial la acumulada en el abdomen, produce resistina, una sustancia que impide la acción de la insulina sobre los tejidos para que absorba la glucosa circulante en la sangre. 
Entonces, el páncreas se ve forzado a producir más insulina para mantener los niveles normales de azúcar en sangre. 
Como la obesidad predispone a esta resistencia, dicha condición mejora significativamente con una leve disminución del exceso de peso y un aumento de la actividad física. 
Por eso el sobrepeso y la obesidad son los principales factores de riesgo que Ud. puede modificar, tanto para evitar como para controlar la diabetes tipo 2 y disminuir su riesgo de ésta y otras enfermedades.
De lo contrario, quien tiene diabetes y no realiza el tratamiento adecuado puede padecer…

  • Enfermedades cardiovasculares (ECV): angina de pecho, ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y ACV -ataque cerebrovascular-.
  • Nefropatía diabética: enfermedad renal diabética.
  • Neuropatía diabética: afecciones de las fibras nerviosas resultado del daño de los nervios largos en las piernas. A menudo pasa desapercibida.
  • Retinopatía: afección de los vasos sanguíneos que llevan la sangre a la retina del ojo. Es la causa más común de ceguera en las personas en edad laboral.

El exceso de peso y la obesidad que afectan cada vez más a niños, adolescentes y adultos, tiene una gran influencia en el aumento de personas con diabetes tipo 2, enfermedad que, hasta hace pocos años, se asociaba normalmente con personas adultas y mayores. 
Estadísticas recientes señalan que el 80% de las personas con diabetes tipo2 es obesa.  

QUÉ HACER
Estas claves pueden ayudarlo a prevenir la diabetes y combatir la obesidad

  1. Perder peso y mantenerse activo. Si incluye actividad física a su rutina cotidiana (al menos en períodos breves pero regulares y sostenidos en el tiempo) y lo combina con una pequeña pérdida de peso (un 5% del exceso también es beneficioso) puede prevenir o demorar el desarrollo de la diabetes tipo 2 incluso si es una persona de alto riesgo.
  2. Seguir una alimentación equilibrada. Disminuir el consumo de grasa saturada y trans es fundamental para prevenir el desarrollo de ambas enfermedades.
  3. Cuidar la alimentación durante el embarazo. La nutrición maternal debe cubrir los requerimientos básicos de nutrientes y, al mismo tiempo, evitar el aumento excesivo de peso durante la gestación.
  4. Privilegiar la lactancia materna. Diversos estudios demostraron que la lactancia materna exclusiva durante al menos el primer año de vida protege al niño contra la diabetes y disminuye su riesgo de obesidad.
  5. Favorecer el gusto por frutas y hortalizas desde la infancia, y disminuir el ofrecimiento de comidas ricas en grasas y azúcares.
  6. Desarrollar el placer en la actividad física desde la niñez.

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