Por qué el calor nos vuelve más irritables

“¡Dejame tranquil@, hace mucho calor!”. “A esa hora no, ni loc@ salgo con el calor que hace”. “¡Qué cansancio!, estoy agotad@”. “¡Cállense de una vez! ¡No soporto más!… ¡y encima este calor!”.
Situaciones como estas se repiten en el interior de oficinas, hogares y en la calle. La gente está más irritable los días en que el calor azota la ciudad y convierte el pavimento, e incluso la sombra, en un infierno.
La culpa es de las altas temperaturas, ya que el calor afecta más de lo que uno piensa, especialmente cuando sorprende, cuando llega de golpe. 
Pero no es el único factor, ya que durante las vacaciones el calor se combina con otros dos:

  1. El cambio en el lugar de residencia (se muda al hotel, a una casa o departamento alquilados, a una cabaña o a un camping).
  2. El cambio en los hábitos: el descanso, el movimiento y la alimentación son distintos durante el veraneo.

Por eso, salir de vacaciones puede convertirse en un factor estresante a pesar de las perspectivas de gozo que allí se depositan ya que la combinación hace que el descanso disminuya y aparezcan señales de agotamiento físico y mental. 
El impacto se nota, además, en el ánimo: en forma paralela aumentan la irritabilidad y el mal humor, favoreciendo todo tipo de discusiones y enfrentamientos bajo los efectos del calor.
Las personas que tienen un autocontrol emocional más bajo resultan más perjudicadas por este efecto climático. Esto se debe a que, en líneas generales, suelen ‘explotar’ más rápidamente en condiciones normales, a lo que sumado al agobio producido por el calor, la respuesta es mucho más inmediata e irreflexiva. 
Además, el calor hace difícil conciliar el sueño, lo que provoca somnolencia diurna y un alto nivel de ansiedad. En consecuencia, el mínimo contratiempo puede alterar el sentido del humor.

Señales

  • Aumento de la tensión y de las conductas hostiles, más frecuente en los hombres. 
  • Astenia: cansancio generalizado, agotamiento acompañado de debilidad física y psíquica, desgano y desmotivación. Esta señal es más frecuente en las mujeres, aunque ellas también son capaces de soportar el calor excesivo durante más tiempo. 
  • Sensación de malestar inexplicable.
  • Negativismo y mal humor.
  • Impaciencia, dificultades de convivencia.
  • Irritabilidad, conductas agresivas (discusiones, gritos, portazos).

9 claves

  1. Si está trabajando, procure organizar trámites o viajes para las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. Si está de vacaciones reserve las horas pico para descansar a la sombra y en un ambiente bien refrigerado.
  2. Propicie un buen descanso. Contar con artefactos de ventilación adecuados, cortinas oscuras en las ventanas, llevarse la almohada que usa habitualmente si sale de viaje. Si nota que le cuesta dormirse, dese una ducha fresca antes de acostarse y permanezca con el cabello mojado para favorecer una temperatura corporal que le permita conciliar el sueño.
  3. Si hay niños en la familia, intente que duerman más de lo habitual o que hagan una siesta durante las horas en que no conviene exponerse al sol en un ambiente fresco.
  4. Disfrute del agua. En la pileta, el río, el mar o el arroyo. Ayuda a bajar la temperatura corporal y favorece la sensación de bienestar. 
  5. Manténgase hidratado. Conviene tomar agua fresca y a pequeños sorbos, ya que esto colabora con el equilibrio orgánico, incluso a nivel emocional. Evite el alcohol (recuerde que la cerveza refresca, pero deshidrata). 
  6. Evite el ejercicio físico al rayo del sol. Los partidos en la playa, salir a correr o cualquier otra actividad extenuante pueden aumentar su irritabilidad y favorecer la deshidratación.
  7. Preste atención a sus hábitos durante el veraneo. No solo el descanso sino también la alimentación y los horarios se trastocan. Mantener la regularidad en las comidas e ingerir preparaciones frescas es lo más conveniente, especialmente en jornadas de calor agobiante.
  8. Baje la temperatura corporal con una ducha fría. Cuando no sea posible, remójese las muñecas durante 2 o 3 minutos debajo del chorro de agua fresca.
  9. Intente no discutir con una persona que se muestra irritable y agresiva porque solo incrementará aún más su estado de ansiedad y difícilmente llegue a la solución del conflicto.
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