Qué es la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)

Enfermedad Inflamatoria Intestinal es un nombre usado para reunir un grupo de trastornos inflamatorios del intestino que pueden afectar a personas de ambos sexos y a cualquier edad.
Para aumentar la concientización y los cuidados saludables, cada 19 de mayo se celebra su Día Mundial, una oportunidad para aprender más y favorecer su detección temprana.

De qué se trata
Se conoce como “intestino” a una porción del aparato digestivo en forma de tubo y plegado en varias vueltas que se extiende desde el estómago hasta el ano. 
En esta sección se completa la digestión de los alimentos y se realiza la absorción de nutrientes.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) provoca una inflamación de los intestinos que puede durar mucho tiempo y suele presentarse con periodos de síntomas notorios seguidos de etapas de recesión. 
Los dos tipos principales de EII son:

  • Enfermedad de Crohn. Causa úlceras en el tracto gastrointestinal en cualquier lugar, entre la boca y el ano. Los síntomas dependen de qué parte o partes del tracto gastrointestinal estén afectadas pudiendo presentar: diarrea, calambres de estómago, dolor abdominal intermitente, sangre en las deposiciones, poco apetito, pérdida de peso involuntaria. En algunos casos la enfermedad se presenta con períodos largos sin síntomas, incluso sin recibir tratamiento, y en otros los síntomas severos requieren de un tratamiento de largo plazo o incluso cirugía.
  • Colitis ulcerosa. Causa enrojecimiento e inflamación en la última parte del colon (recto) o involucra a todo el intestino grueso. Puede durar algunas semanas o varios meses. Los síntomas varían según la gravedad y la parte del intestino grueso que esté afectada. Estos incluyen: dolor rectal o sangrado, movimientos frecuentes de intestino delgado, sensación de una necesidad urgente de defecar o fuerte necesidad de defecar, pero sin poder hacerlo (tenesmo), diarrea, sangre en las heces, calambres abdominales y dolor en el lado izquierdo del abdomen, pérdida de peso involuntaria, fatiga. En la mayoría de las personas estos síntomas tienden a aparecer y desaparecer. 

Causas
Se cree que las EII pueden ser hereditarias, lo que significa que la genética desempeñaría un papel. 
Otros investigadores sostienen que son causadas por un problema con el sistema inmune, cuya función es proteger al cuerpo contra las infecciones; sin embargo, en las personas que tienen EII, el sistema inmunológico confunde los alimentos, las bacterias sanas y otras sustancias con una infección haciendo que las defensas ataquen a las células del intestino provocando la inflamación.
También se sostiene que los factores ambientales, como la exposición al tabaco, la dieta occidental, el uso de antiinflamatorios y posiblemente de antibióticos, pueden producir alteraciones en la microbiota intestinal y desequilibrar las defensas.

DiagnósticoCuando el paciente llega a la consulta, además de su relato de los síntomas y del examen físico del médico, se realizan análisis que incluyen análisis de sangre y muestras de heces. 
Otros procedimientos sirven para estudiar el intestino grueso (colonoscopia y sigmoidoscopia flexible), el estómago y el intestino delgado (endoscopia superior) para detectar úlceras. 
Estos resultados se complementan con otras pruebas de imágenes como rayos X como, por ejemplo, tomografía computarizada o resonancia magnética.

Tratamiento 
El objetivo es reducir la inflamación que causa los síntomas. 
Para ello se recurre a medicamentos antiinflamatorios e inhibidores del sistema inmunológico. El médico también puede recomendar antibióticos, anti diarreicos, laxantes, analgésicos y suplementos vitamínicos.
En personas vulnerables, las EII pueden causar depresión debido a la intensidad de los síntomas. En esos casos se puede recetar un medicamento antidepresivo.
En los casos graves es posible que se requiera hospitalización para recibir líquidos intravenosos o cirugía.
Debido a las técnicas y tratamientos efectivos que han mejorado notablemente el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes con EII, el diagnóstico precoz resulta indispensable para favorecer la consulta temprana. 

Prevención
Aunque las EII no pueden prevenirse, ciertos cambios en el estilo de vida reducen considerablemente la severidad de los síntomas.
La alimentación saludable es uno de los pilares más importantes. Las indicaciones médicas pueden incluir, por ejemplo:

  • Reducir la cantidad de fibra o de productos lácteos.
  • Limitar o evitar la cafeína, el alcohol y las gaseosas. 

También es importante:

  • descansar lo suficiente, 
  • hacer ejercicio regularmente,
  • aprender a manejar el estrés en su vida (niveles elevados de tensión se asocian con un empeoramiento en los problemas intestinales).

Más información:
MedlinePlus – Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos
Enfermedad de Crohn
Colitis ulcerosa

Sociedad Argentina De Gastroenterología 
Enfermedad inflamatoria intestinal

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