El “ABC” para tratar una quemadura de sol
Se denomina quemadura solar a la reacción que la piel tiene a causa de una sobreexposición a los rayos ultravioleta (UV). La gravedad de la lesión depende del grado de daño que haya provocado el sol sobre los tejidos.
Síntomas
Las señales suelen aparecer a las pocas horas de la exposición. Las más frecuentes son…
- Dolor y enrojecimiento.
- Hinchazón de la piel.
- Ampollas.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga.
- Fiebre, escalofríos.
- Náuseas o vómitos.
- Sensación de desmayo.
Consulte al médico si presenta alguno de los cuatro últimos.
Qué hacer
Para evitar las quemaduras es importante no exponerse al sol en las horas pico (10 a 16) y usar protector solar adecuado. En caso de sufrir este cuadro:
- Colóquese paños fríos en la zona afectada o báñese con agua fría, no helada. Si lo prefiere, añada media taza de bicarbonato de sodio al agua de la bañadera para sentir más alivio en un baño de inmersión.
- Tome un analgésico para calmar las molestias y el dolor.
- Aplíquese una loción hidratante, gel de aloe, crema con hidrocortisona o un calmante de uso tópico para aliviar el enrojecimiento e hinchazón de la piel.
- Evite productos que contengan benzocaína (un anestésico) ya que pueden irritar el tejido inflamado o causar una reacción alérgica.
- No coloque algodón, materiales con pelusas ni cintas adhesivas sobre la herida.
- Si aparecen ampollas, no las rompa ya que se pueden infectar. Déjelas intactas para permitir el proceso de cicatrización.
- Evite estar en contacto con el sol o exponer nuevamente la zona afectada hasta que la piel se regenere.