¿CHICOS en la pileta? 8 cuidados para evitar accidentes en aguas claras
“El ahogamiento, que es la tercera causa más importante de mortalidad por traumatismo no intencional, representa un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos”.
Esta afirmación corresponde a la Organización Mundial de la Salud, donde se define como ahogamiento a las “dificultades respiratorias por sumersión/inmersión en un líquido con resultados que se clasifican en muerte, morbilidad y no morbilidad (con o sin enfermedades o complicaciones asociadas producto de la inmersión)”.
En el “Consenso Nacional de Prevención del ahogamiento ‘El niño y el agua’” elaborado por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) se organiza la prevención de accidentes en el agua según se trate de aguas oscuras con movimiento o claras sin movimiento.
Estas últimas incluyen las piscinas de todo tipo, dimensiones y ubicación; bañeras familiares para niños o adultos, “tanques australianos” y cualquier otro recipiente donde pueda introducirse un niño.
Como los accidentes en el agua son frecuentes (más en niños, especialmente varones en una proporción de 3 a 4 chicos por cada niña), la entidad desarrolló un documento de descarga gratuita para que la actividad acuática se pueda disfrutar con seguridad.
Recomendaciones
- Toda actividad acuática debe realizarse luego de 3 horas de una ingesta alimentaria importante (desayuno o almuerzo). El mismo período en lactantes después del pecho o biberón.
- Para cuidar a los niños el método de “visión directa permanente” es el más efectivo. La proporción segura entre número de cuidadores y niños es:
- lactantes 1 a 1;
- entre 1 y 2 años 1 a 2;
- entre los 2 y 3 años 1 a 3;
- después de los 4 años de acuerdo al grado de aprendizaje de la natación que tengan los menores.
- El cuidador asignado no tiene permitidas las distracciones “mínimas” mientras se ejerce la “visión directa”: mensajes de texto, cebar mate, hojear un libro.
- Todo niño menor de 4 años o que no nade con eficiencia debe tener colocado el chaleco salvavidas en toda área cercana a la piscina. El chaleco debe mantener a flote al niño con la cabeza fuera del agua, aun en estado inconsciente. Se elige de acuerdo al peso y no a la edad por lo que requiere un cambio periódico. Los salvavidas en forma de anillo y brazaletes no son seguros.
- No dejar juguetes u objetos atractivos que floten en la piscina porque llaman la atención de los más pequeños, que no tienen noción del peligro.
- Evitar los empujones entre niños tanto dentro de la pileta como con otros que estuvieran sentados o parados al borde de la misma, pues se pueden lesionar seriamente con el propio borde de la piscina o al caer sobre otros bañistas.
- Mantener la vigilancia atenta de los niños que circulan por superficies mojadas que favorecen los resbalones y caídas, tanto descalzos como con ojotas de goma, más aun si en vez de caminar se corre o se salta.
- Siempre agendar en un teléfono inalámbrico o celular al menos dos números de servicios de emergencia.
Más información
Sociedad Argentina de Pediatría: Manual de prevención de accidentes, disponible en https://bit.ly/2QeLaHJ