Pie diabético: cuidados de vacaciones

El pie diabético es una afección frecuente de la diabetes no controlada, que se presenta como resultado de un pobre suministro de sangre a los miembros inferiores y la pérdida de sensibilidad por la enfermedad, haciendo posible que la persona se lastime sin darse cuenta.
Además, la deficiente circulación provoca que el proceso de cicatrización sea más lento en caso de heridas, facilitando la aparición de úlceras que, posteriormente, suelen infectarse.
Por tal motivo la inspección periódica de pies y del calzado -incluso durante las vacaciones- son fundamentales para evitar esta afección y su consecuencia más lamentable; la posible amputación del miembro inferior.

SÍNTOMAS Y FACTORES DE RIESGO
Las señales de este cuadro incluyen:

  • hormigueo, calambres,
  • ausencia de sensación al frío, calor o dolor,
  • problemas vasculares: vasos sanguíneos obstruidos y mala circulación.

Todo esto aumenta el riesgo de sufrir heridas e infecciones en los pies difíciles de curar y fáciles de complicarse.
Las personas de edad avanzada, con larga evolución de la diabetes o un control inadecuado de la enfermedad, tabaquismo, colesterol elevado, presión arterial elevada, dificultades de flexibilidad y visión, tienen más riesgo de presentar estos problemas.

El cuidado de los pies es especialmente necesario durante los meses de verano, ya que por el calor llevamos los pies más descubiertos y están más expuestos a sufrir algún tipo de dolencia.

QUÉ HACER

  • Higiene: lavar los pies a diario con agua tibia y jabón neutro, secándolos con una toalla suave especialmente entre los dedos.
  • Observación de los pies: buscar posibles heridas, manchas en la piel o diferencias significativas de temperatura entre ambos pies o en zonas distintas de un mismo pie.
  • Piel seca: la neuropatía diabética elimina la capacidad de sudoración de los pies volviéndolos muy secos, por lo que además de hidratar el cuerpo con líquidos, se recomienda la utilización de crema hidratante (no grasa) y así evitar la aparición de grietas y otras lastimaduras.
  • Evitar el tabaco: fumar enlentece el proceso de curación de las heridas.
  • Mantener un peso adecuado: el sobrepeso perjudica la circulación sanguínea, aumentando los problemas relacionados con los pies.
  • Cuidados generales:
    • Usar medias por la noche si se enfrían los pies.
    • Preferir medias de algodón -ayudan a mantener sus pies secos- para evitar ampollas y llagas.
    • Revisar el calzado por dentro para asegurarse que el forro interior esté suave y liso y que no haya objetos.
    • No caminar descalzo -ni siquiera dentro de su casa- porque fácilmente podría pisar algo y lastimarse los pies.
    • Proteger los pies del calor. Usar crema de protección solar en la parte superior de los pies para prevenir quemaduras del sol.
    • Mantener los pies lejos de fogatas.
    • Mover los dedos de los pies y los tobillos hacia arriba y hacia abajo por 5 minutos, 2 o 3 veces al día.
    • No cruzar las piernas por largos períodos.

Es posible disminuir las complicaciones graves en los pies y especialmente en verano mediante una buena atención sanitaria y cuidados personales minuciosos, basados en una buena higiene de los pies, hidratación y un buen control de la glucemia.

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