Tabaquismo: Abandonarlo para siempre es posible

Cada 31 de mayo, el Día Mundial sin Tabaco recuerda la importancia de una vida libre de humo porque el tabaquismo es una adicción responsable de la muerte de más de 7 millones de personas en todo el mundo cada año.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina mueren unas 48.000 personas por año debido a enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco. Esto representa el 14% de todas las muertes en el país.

Por qué abandonar
Los fumadores viven en promedio 10 a 15 años menos que los no fumadores, y se estima que la mitad de las personas que fuman va a morir de una enfermedad relacionada al consumo de tabaco. Eso convierte al tabaquismo en la principal causa de enfermedades, discapacidad y muerte prevenible del mundo.
Sin embargo, dejar de fumar no es fácil porque el tabaquismo está sostenido por una triple dependencia: social, psicológica y química.
La adicción se debe, principalmente, a que el tabaco contiene un componente activo llamado nicotina que actúa sobre el sistema nervioso central. Cuando una persona fuma un cigarrillo, la nicotina que se absorbe llega al cerebro en siete segundos y aumenta la liberación de dopamina, un neurotransmisor encargado de producir placer.
Luego de unos minutos este efecto desaparece y el fumador debe consumir otro cigarrillo para repetir esa sensación placentera. De este modo se desarrolla la dependencia física.

Tratamientos
Para dejar de fumar es conveniente hacer un abordaje múltiple:
1. A nivel psicológico y social: estudiar los hábitos asociados al tabaco y reemplazarlos por otros más saludables. Por ejemplo, si acostumbra tomar café y acompañarlo con un cigarrillo debe reemplazar el café que contiene cafeína por otra infusión que no incite al consumo de tabaco.
2. A nivel físico: se prescribe un tratamiento para disminuir los síntomas de abstinencia a la nicotina –ver recuadro-. Algunas terapias de reemplazo nicotínico son…

  • Parches de nicotina: liberan nicotina directamente en el torrente sanguíneo y ayudan a calmar la ansiedad. Se pueden utilizar durante 24 horas o por 16 horas, que es lo que dura la actividad diurna. Aunque existen de diferentes concentraciones, el tratamiento a base de parches es momentáneo y con paso del tiempo se debe reducir hasta el cese por completo.
  • Chicles de nicotina: liberan el compuesto adictivo del cigarrillo que es absorbido por la mucosa de la boca.
  • Pastillas de nicotina: se disuelven lentamente en la boca y tardan unos 20 a 30 minutos en tener efectividad.
  • Micro-comprimidos de nicotina: se colocan debajo de la lengua y su efecto para saciar la abstinencia es rápido.

Entre los fármacos no nicotínicos se encuentran…

  • Bupropión: favorece la liberación de dopamina y es efectivo para amortiguar los síntomas de abstinencia.
  • Vareniclina: diseñado especialmente para dejar de fumar, reduce los efectos de la nicotina en el cerebro y disminuye los síntomas relacionados con la abstinencia. Estas señales, más intensas en las primeras dos semanas después de dejar el cigarrillo, comienzan a disminuir mientras el ex fumador empieza a percibir los beneficios de dejar de fumar: mejor capacidad respiratoria, mejor olfato, gusto y aliento; mejor rendimiento sexual y deportivo, menos arrugas y mejor color de la piel, menor olor en su ropa, más energía y menos somnolencia.

En la actualidad es posible dejar de fumar sin preocuparse por la temida abstinencia. Lo único que tiene que hacer es tomar la decisión de abandonar el cigarrillo y pedir ayuda profesional. Quizá el próximo 31 de mayo sea su primer aniversario de una vida libre de humo.

SEÑALES DE LA ABSTINENCIA
-Mal humor, depresión.
-Ansiedad.
-Nerviosismo, ira.
-Dificultades de concentración.
-Aumento del apetito, leve aumento del peso.
-Bradicardia (descenso de la frecuencia cardiaca).
-Cansancio, trastornos del sueño.

 

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