¿Te afecta el invierno? Te contamos cómo preservar tu salud mental en épocas de frío
La temporada invernal puede afectar nuestra salud mental debido a factores como la falta de luz solar, el clima frío y la menor actividad al aire libre.
Es importante cuidar nuestra salud mental durante este período para prevenir el deterioro del estado de ánimo y mantener un bienestar emocional óptimo.
Uno de los cuadros más frecuentes en personas vulnerables es el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), un tipo de depresión relacionada con los cambios estacionales que se presenta principalmente en invierno.
Los síntomas pueden incluir:
- Tristeza
- Perspectiva sombría
- Sentimientos de desesperanza, pesimismo e irritación
- Pérdida de interés en actividades que antes solías disfrutar
- Poca energía
- Dificultad para dormir o dormir demasiado
- Deseos de comer hidratos de carbono
- Aumento de peso
El trastorno afectivo estacional es más común en las mujeres, los jóvenes y los que viven lejos del Ecuador. También es más probable en personas que transitan cuadros de depresión.
Aunque se desconocen las causas exactas, los investigadores han encontrado que quienes sufren de TAE pueden tener un desequilibrio de serotonina, químico del cerebro que afecta su estado de ánimo. Sus cuerpos también producen demasiada melatonina, hormona que regula el sueño, e insuficientes cantidades de vitamina D.
Si experimentás síntomas de TAE, es importante buscar estrategias para hacer frente a esta condición y mejorar tu bienestar emocional.
Claves para combatir el TAE
El tratamiento principal para el trastorno es la terapia de luz (fototerapia) para reemplazar la luz del sol que se pierde durante los meses de otoño e invierno.
La persona se sienta delante de una caja de fototerapia cada mañana para exponerse en forma diaria a la luz artificial brillante. Pero casi la mitad de algunas personas con el trastorno no responden a la terapia de luz sola. Los medicamentos antidepresivos y la psicoterapia pueden reducir los síntomas del trastorno afectivo estacional, ya sea solos o combinados con fototerapia.
A continuación, compartimos algunas que pueden ser útiles:
- Mantener una rutina diaria: esto puede proporcionar estructura y estabilidad emocional. Programar horarios regulares para despertar, comer, trabajar y dormir ayuda a mantener un sentido de normalidad y control en tu vida diaria.
- Buscar la luz natural: aprovechar al máximo los momentos de luz natural durante el día. Abrir las cortinas y persianas para dejar entrar la luz del sol en tu hogar o lugar de trabajo. Pasar tiempo al aire libre durante las horas más luminosas puede ser beneficioso para tu estado de ánimo.
- Realizar actividades que te gusten: leer un libro, escuchar música, hacer manualidades o disfrutar de tus pasatiempos favoritos. Estas actividades pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional.
- Mantener el contacto social: aunque las temperaturas frías pueden desanimarnos a salir de casa, es fundamental mantener el contacto social. Programar videollamadas con amigos y familiares, participar en actividades grupales en línea o unirte a grupos de interés común. Mantener conexiones sociales puede brindar apoyo emocional y combatir la sensación de aislamiento.
- Hacer ejercicio regular: es beneficioso para mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas depresivos. Realizá actividades físicas que disfrutes, como caminar, correr, practicar yoga o bailar. El ejercicio libera endorfinas, sustancias químicas que promueven el bienestar y la felicidad.
- Alimentarte de manera saludable: una alimentación equilibrada y nutritiva puede contribuir a mejorar el estado de ánimo. Priorizá alimentos ricos en triptófano (sustancia que favorece un buen estado de ánimo), presente en carne de pavo y pollo, pescados de mar, lácteos, ciruelas, espinacas, remolacha, zanahoria, apio, dátiles y brócoli; frutos secos (que además aportan magnesio y omega-3), cereales integrales y arroz integral, semillas de sésamo y calabaza.
Recordá que si estas estrategias no resultan suficientes para mejorar los síntomas del TAE conviene que realices una consulta con tu médico.
