Diciembre riesgo “cero”: recomendaciones de seguridad

Durante esta época se multiplican las compras de alimentos y la preparación de platos, y es necesario doblegar el cuidado para cumplir con los criterios de seguridad alimentaria que alejarán el riesgo de desarrollar una enfermedad de transmisión alimentaria (ETA) a la hora de comer.
Para ayudarte en esta tarea, listamos a continuación una serie de recomendaciones para cada etapa de la elaboración de alimentos.

Sugerencias para la compra y manipulación

  • No compres ni consumas alimentos procesados que presenten bolsas o envases rotos, abollados u oxidados que estén vencidos.
  • No compres latas hinchadas ni con puntos de óxido; tampoco las que hacen «tic-tac» al apretar la base o tapa. Las soldaduras deben estar siempre bien selladas.
  • Respetá las fechas de vencimiento y rechazá los envases abombados, oxidados o deteriorados.
  • Al comprar pescado fresco controlá que no tenga olor fuerte; que sus escamas sean rosadas y estén bien adheridas y que los ojos sean brillantes. En cuanto a los filetes, estos deben ser rosados (no amarillentos ni blancos) y deben estar exhibidos  en refrigeradores (no sobre azulejos, bandejas de plástico u otras superficies sin frío).
  • La carne roja debe ser de color brillante, no amarronada ni roja oscura. La superficie deberá presentarse levemente húmeda, apenas pegajosa y con color suave. La carne envasada al vacío, suele presentar una coloración amarronada mientras está dentro del envase cerrado y toma el color normal de la carne fresca después de permanecer durante cierto tiempo expuesta al aire.
  • Comprá huevos limpios y al guardarlos no los laves. De lo contrario harás su cáscara porosa y aumentará el riesgo de ingresar algún microorganismo.
  • No compres papas, batatas o mandiocas brotadas. No se mantienen en buen estado e inclusive pueden resultar tóxicas.
  • Si comprás en el supermercado, colocá en la parte de abajo del carrito los elementos de limpieza; luego, los alimentos que no necesitan frío, y por último, las carnes, los lácteos y los productos congelados.
  • Comprá sólo los alimentos que ofrezcan la máxima garantía de higiene. Transportalos y almacenalos de forma correcta.
  • Guardá los alimentos de acuerdo a su categoría: no perecederos, frescos, refrigerados o congelados, en el lugar que asegure la temperatura más adecuada para cada tipo de producto, siguiendo las instrucciones que figuren en su envase (si las hubiera). Como norma general, se deben colocar siempre de manera que el aire circule a su alrededor. 

Sugerencias para el almacenamiento

  • Organizá la heladera evitando que las carnes o pollos chorreen sobre otros alimentos, de esa forma se controla la contaminación cruzada. Además, separá los alimentos crudos de los cocidos. Guardá los primeros en la parte baja de la heladera; los alimentos preparados o cocidos, en los anaqueles superiores.
  • No llenes la heladera de productos, el aire frío debe circular entre los alimentos. Revisá que se mantenga una temperatura de entre 0 y 5 grados para impedir la multiplicación de microorganismos en los alimentos.
  • Usá agua potable de red o potabilizala agregando 2 gotas de lavandina por litro de agua o hirviéndola durante 5 minutos. 
  • Usá sólo agua potable para hacer hielo.
  • Lavá cuidadosamente las frutas y hortalizas que vayan a consumir crudas.

Sugerencias para la cocción y el consumo

  • Si preparás comidas con anticipación, separá en porciones pequeñas y congelalas rápidamente. Para los platos preparados en la víspera es suficiente con refrigerarlos. 
  • Si descongelaste un alimento, asegurate de que se consuma lo antes posible y  no lo vuelvas a congelar. 
  • No consumas alimentos perecederos que estén expuestos a temperatura ambiente. En bares, cafeterías, restaurantes, todos los alimentos deben estar protegidos por vitrinas y conservados en condiciones sanitarias adecuadas. Deben estar refrigerados siempre que sea necesario. 

Sugerencias de higiene

  • Mantené una correcta higiene personal. 
  • Lavá tus manos con frecuencia, sobre todo después de ir al baño y antes y después de manipular alimentos crudos o si tocaste a tu mascota.
  • Nunca fumes mientras manipules alimentos, las bacterias de la boca (como el Staphylococcus aureus) pueden pasar a la mano y así al alimento que se está preparando. 
  • Limpiá las superficies y utensilios de cocina antes, durante y después de la manipulación.
  • Cambiá y lavá diariamente los paños de cocina: son un vehículo para los gérmenes. 
  • No dejes que los paños de cocina o de limpieza entren en contacto con los alimentos. Usá toallas de papel descartable para la limpieza de superficies.
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