Más hidratación, mejor salud

Todos  necesitamos hidratar nuestro organismo pero, durante el verano, la deshidratación es más común en niños, personas de edad avanzada y deportistas. 
La deshidratación es un estado que se produce debido a la pérdida corporal de grandes cantidades de líquidos, siendo la sed una señal imprecisa puesto que falla a veces puede avisar la necesidad de incorporarlos cuando el organismo se está aproximando a un punto de riesgo.
Este aspecto es muy importante porque:
1. Pocos deportistas amateurs suelen beber suficiente cantidad de líquidos antes y después de realizar actividad física, aumentando su riesgo de deshidratación.
2. El acto de beber agua en forma voluntaria -cuando se siente sed- generalmente no cubre las necesidades de líquido del cuerpo, y sólo suele reemplazar dos tercios del agua perdida.
Para evitar este cuadro, resulta fundamental mantenerse bien hidratado incorporando un mínimo 2,5 litros de líquidos a diario. Incluso quienes no se ejercitan con regularidad pero lo hacen ocasionalmente o suelen estar al aire libre deben cubrir esta medida ya que en todos, una simple caminata a la luz del sol, puede favorecer la deshidratación.

Señales de deshidratación

  •  Fatiga.
  • Letargia (somnolencia).
  • Dolor de cabeza.
  • Mareos.
  • Náuseas.
  • Orina oscura o en poca cantidad.
  • Retención de líquidos.
  • Pulso rápido y débil.

Se pueden perder entre 1 y 2 litros de agua antes que la sed le transmita la necesidad de beber.

Claves para hidratarse mejor
Además de líquido el cuerpo elimina minerales, sustancias elementales para el organismo. Entre ellos se encuentran el sodio, el potasio y los cloruros. Por lo general, estas pérdidas se reemplazan fácilmente cuando se come algo (un bocado o alguna porción de alimentos). Por eso, no hay que olvidar hacer las colaciones intermedias entre las comidas principales.
Podés llevar encima algo práctico si salís de tu casa junto con una botellita de agua natural o saborizada. Además es importante:

  • Tomar más de 2 litros de líquido por día. Agua, café, mate, té, gaseosas, infusiones de hierbas (menta, manzanilla, melisa) frías, caldos, jugos de frutas y gelatina.
  • Para cubrir esta cantidad es necesario beber líquidos durante las comidas y entre ellas.
  • Durante las épocas de calor NO es conveniente tomar bebidas alcohólicas para combatir la sed ya que no hidratan; por el contrario, bebidas como la cerveza, por ejemplo, favorecer la pérdida de líquidos. Por cada medida que bebe el cuerpo pierde la misma cantidad de agua, favoreciendo la deshidratación.
  • Consumir abundantes hortalizas y frutas frescas debido a que tienen entre 70 y 95% de agua en su composición.

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